miércoles, 26 de septiembre de 2012

La Palabra de Dios:Humildad y dependencia

 "¿No es mi Palabra como fuego, y como martillo que quiebra la piedra? —dice el Eterno"
 Jeremías 23:29.

Esta Palabra fue pronunciada para aquellos hombres que profetizaban mentiras al pueblo de Israel, en tiempos de Jeremías;  queriendo decir que si viniera de parte de Dios, el pueblo se hubiera apartado de la maldad. Si ellos hubieran estado en la presencia del Señor, hubieran tenido Palabra para que este pueblo se apartara del pecado (V.22).
En la Palabra de Dios, cuando se habla de fuego, tipifica juicio; y cuando habla de martillo, tipifica quebranto. 
Cuando recibimos el sello del Espíritu Santo, también nuestro corazón es cambiado por un nuevo corazón (Ezequiel 36:26-27), y la Palabra trae limpieza a nuestro corazón; la Palabra debe transformar los corazones, destruyendo todo corazón de piedra; la Palabra trae quebranto a nuestro corazón, destruyendo toda fuerza humana, para depender solamente de Él. Pero la Palabra también trae juicio, para aquellos que se niegan a vivir conforme a la luz de la Palabra.       

"Así dice el SEÑOR: El cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies. ¿Dónde, pues, está la casa que podríais edificarme? ¿Dónde está el lugar de mi reposo? Todo esto lo hizo mi mano, y así todas estas cosas llegaron a ser--declara el SEÑOR. Pero a éste miraré: al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra" Isaías 66:1-2. (El subrayado es mío)

(Contrito: arrepentido. Significado diccionario español)

Bendiciones.