lunes, 10 de septiembre de 2012

La fe que agrada a Dios

 
"Pero no es posible agradar a Dios sin tener fe, porque para acercarse a Dios, uno tiene que creer que existe y que recompensa a los que lo buscan". Hebreos 11:6
 
Creer, palabra pequeña, pero tan demasiado grande para nuestro corazón, que es engañoso y perverso (Jeremías 17:9), esta, es creo, para muchos la dificultad que tenemos para acercarnos a Dios, y esperar en algo que no vemos, ¡cuesta!, pero no es imposible, porque todo es posible para Dios, pues Él es la fortaleza de los siglos (Isaías 26:4), y es Él quien nos fortalece para ir mas allá de lo que pedimos y pensamos, porque Él tiene más que darnos, que nosotros que pedirle (en todos los sentidos de la palabra). Esperar en nuestro Eterno Dios, y en todas sus promesas que son en Cristo Sí, y Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios (2 Corintios 1:20); es lo que cada día nos dan nuevas fuerzas; tal como nos lo dice el profeta Isaías, levantaremos alas como las águilas; correremos, y no nos casaremos; caminaremos, y no nos fatigaremos (Isaías 40:31).

Al igual que a los discípulos de Jesús, quienes les clamaron para que su fe se aumentara (Lucas 17:5), que nuestra oración sea también en esa dirección; y seamos guardados de tener un corazón malo de incredulidad para apartarnos del Dios vivo (Hebreos 3:12).

Un abrazo y muchas bendiciones.