lunes, 6 de febrero de 2012

Dios, es quien nos edifica.

"Si el Eterno no edifica la casa, en vano trabajan los edificadores. Si el Eterno no guarda la ciudad, en vano vela la guardia" Salmo 127:1

El único que transforma nuestras vidas, el que nos edifica, y nos da el crecimiento espiritual es nuestro Dios. Nadie puede hacer esta obra, sólo Dios.
Nuestra misión es predicar su Palabra; persistir en hacerlo, sea o no oportuno; recordando siempre que la Palabra de Dios no vuelve vacía a Él. El Santo Espíritu de Dios a través de la Palabra cambia nuestros estilos de vida.

Oremos y meditemos diariamente en la presencia del PADRE ETERNO y de su Hijo JESUCRISTO, y aunque estemos cansados, levantemos los brazos y pidamos a Dios su amorosa fortaleza para disponer nuestro corazón para adorarle, alabarlo y bendecirlo.  

Bendiciones del Altísimo.