viernes, 14 de octubre de 2011

La generosidad

Ser generosos es  dar con liberalidad;  y debe cumplirse en todos los sentido de la palabra, "si te das a ti mismo en servicio del hambriento, si ayudas al afligido en su necesidad, tu luz brillará en la oscuridad, tus sombras se convertirán en luz de mediodía" (Isaías 58:10).
Debemos ser generosos en la obra de Dios en nuestro servicio y en nuestras ofrendas;  en dar el amor de Cristo, que se supone lo llevamos en nuestro corazón;  en dar una palabra de ánimo, cuando llegan las adversidades y aflicciones;  en enseñar de lo que sabemos, sin egoísmo;  en compartir de lo que Dios nos ha dado, sin mirar a quien. 

Que nuestro Dios les bendiga en abundancia.