jueves, 29 de diciembre de 2011

Sacerdotes al servicio de Dios

"Y yo levantaré un sacerdote fiel, que obre conforme a mi corazón y a mi deseo. Y le edificaré casa firme, y andará ante mi Ungido todos los días"

1 Samuel 2:35

Nosotros somos portadores de la presencia de Dios, somos el templo del Espíritu Santo; y hemos sido constituidos sacerdotes para Dios, y como tal debemos ministrarle con entrega, rendición, y excelencia. "Jesucristo, el Testigo Fiel, primogénito de los muertos y de los reyes de la tierra. Al que nos ama, y con su sangre nos libró de nuestros pecados, y nos constituyó en un reino de sacerdotes para servir a Dios, su Padre. A él sea la gloria e imperio para siempre jamás. Amén". (Apocalipsis 1:5-6).
Cuando servimos a Dios en nuestras fuerzas, la ministración como sacerdotes no es agradable a Dios, porque la finalidad como dice la Palabra es que obremos conforme al corazón y deseo de Dios; y esto solamente se hace mediante la dirección del Espíritu Santo de Dios.

Bendiciones