Cuando nuestro Eterno Dios nos tiene cercados nada ni nadie podrá hacernos frente, nadie podrá hacernos daño.
...Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? Romanos 8:31
Por tu gran poder vencimos a nuestros enemigos; ¡destruimos a nuestros agresores!
Yo no pondría mi confianza en mi arco y en mis flechas, ni pensaría que mi espada podría darme la victoria;
¡fuiste tú quien nos hizo vencer a nuestros enemigos!, ¡fuiste tú quien puso en vergüenza a nuestros adversarios!
Dios nuestro, ¡siempre te alabaremos!, ¡siempre te daremos gracias! Salmos 44:5-8