Este debe ser un año con nuevos propósitos, de vivir una vida de Santidad y de servicio a nuestro Eterno Dios.
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en Cristo nos ha bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales. Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defecto en su presencia. Efesios 1:2-4
Muchas bendiciones