“Pero si confiesan su maldad y
la maldad de sus padres, y su traición y constante rebeldía contra mí, las
cuales me han obligado a enviarlos al país de sus enemigos, y si su obstinado
corazón se humilla y reconoce su pecado, entonces me acordaré de mi pacto con
Jacob, Isaac y Abraham, y también me acordaré de la tierra... Pero tendrán que
reconocer sus pecados, por cuanto rechazaron mis preceptos y aborrecieron mis
estatutos. A pesar de todo, y aunque estén en la tierra de sus enemigos, no los
rechazaré ni los aborreceré hasta el punto de exterminarlos, ni romperé tampoco
mi pacto con ellos. Yo soy el Señor su Dios. Antes bien, recordaré en su favor
el pacto que hice con sus antepasados, a quienes, a la vista de las naciones,
saqué de Egipto para ser su Dios. Yo soy el Señor”
Levítico 26:40-45
La fidelidad de nuestro Eterno Dios es para siempre, en Él estamos seguros, nada ni nadie nos podrá arrebatar de su mano ni separar de su amor.
"Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos" Hebreos 13:8
Bendiciones.
La fidelidad de nuestro Eterno Dios es para siempre, en Él estamos seguros, nada ni nadie nos podrá arrebatar de su mano ni separar de su amor.
"Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos" Hebreos 13:8
Bendiciones.